El acné vulgar es una enfermedad común de la piel que frecuentemente deja marcas en la piel. Las cicatrices secundarias al acné pueden causar deformidad física y el impacto psicológico puede ser profundo, es por esta razón que el manejo temprano y efectivo del acné es la única manera de minimizar y prevenir las cicatrices.
Las cicatrices de acné representan una respuesta de cicatrización alterada a la inflamación cutánea. Aunque la cicatriz es una consecuencia frecuente del acné vulgar no todos los pacientes las desarrollan, las razones de la discrepancia en la propensión a la cicatriz no están claras aún.
Las cicatrices de acné se pueden clasificar de acuerdo a su morfología en cicatrices atróficas y cicatrices hipertróficas. Es importante tener en cuenta que un mismo paciente puede tener varios tipos de cicatrices.
- Cicatrices atróficas: Son las más frecuentes. Se producen por una destrucción y pérdida del colágeno en la dermis. La inflamación destructiva en la parte profunda de la dermis y la contracción posterior traen como resultado la apariencia de hendidura.
Estas cicatrices a su vez se clasifican en : - Cicatrices en pica hielo (Ice pick): profundas, menores de 2 mm de diámetro.
- Cicatrices rodantes (Rolling): 4-5 mm diámetro, aspecto ondulante de la piel.
- Cicatrices de furgón (Boxcar) base más ancha que las pica hielo. Hoyuelos en la piel en forma de ovalo. Pueden ser poco profundas menos de 0.5 mm o profundas mayor de 0.5 mm
- Cicatrices hipertróficas y Queloides: Son menos frecuentes y se generan por la gananacia de colágeno después de la resolución de una cicatriz de acné. Estas cicatrices son de aspecto elevado y firme.
En la Unidad Láser y Piel contamos con última tecnología para el tratamiento de estas cicatrices. Los procedimientos aplicados por los médicos especialistas de la Unidad Láser y Piel, involucran terapia láser ablativo, que induce la remodelación del colágeno en cada cicatriz.
Dentro de los equipos utilizados por la Unidad Láser y Piel encontramos el láser fraccionado de Erbium y el láser fraccionado de CO2. Este tipo de tecnología laser capta el agua de la piel conllevando a una ablación de la epidermis y dermis. El daño térmico inducido por el láser promueve la contracción y remodelación del colágeno produciendo un efecto tensor en la piel que mejora la apariencia de la ciatriz tanto en color como en la recuperación del el volumen de la piel que se ha perdido. El procedimiento puede causar algún dolor, por lo tanto se hace uso de anestecia tópica antes del procedimiento. Los efectos adversos de la terapia ablativa son: enrojecimiento, inflamación y costras que usualmente se resuleven en dos semanas.
Como se mencionó previamente en la mayoría de los casos de cicatrices de acné existe una pérdida de volumen de la piel (atrofia), que aporta el aspecto deprimido de la zona donde se forman. Esta atrofia es producto de una falta de ácido hialurónico y de colágeno en la dermis que se encargan de dar la turgencia, el volumen y la elasticidad propias de la piel sana. Es por esto que en la Unidad Láser y Piel, combinamos la terapia láser con sustancias biocompatibles que pueden inyectarse dentro de la piel para dar volumen a zonas que lo han perdido. Entre ellas se destaca el ácido hialurónico. La duración de el efecto generado por estos rellenos es limitada, por lo que periódicamente (cada 6 – 18 meses) es frecuente que haya que practicar una nueva session.
Por otra parte, para el manejo de las cicatrices elevadas o hipertroficas, la primera linea de tratamiento son los corticoides intralesionales, cuyo mecanismo de acción incluye una disminucion de la proliferacion de los fibroblastos, con la siguiente disminución de la sintesis de colageno y una reducción de los mediadores de la inflamación. El Acetonide de triamcinolone es inyectado directamente en la cicatriz lo cual reduce el tamaño y espesor de la lesión.
Si bien es cierto que los resultados de los tratamientos utilizados por la Unidad Láser y Piel no aseguran una reducción del 100% de las cicatrices, en la mayoría de los casos los resultados son sencillamente excepcionales.
En la Unidad Láser y piel nuestros tratamientos son personalizados, dirigidos a las necesidades y requerimientos de cada paciente. La Unidad ha estado a la vanguardia de estos procedimientos en los últimos años. Mediante el uso de tecnologías de última generación, nuestros dermatólogos entrenados han logrado excelentes resultados, mejorando la apariencia de la piel de nuestros pacientes sin necesidad de procedimientos invasivos que pongan en riesgo la salud. La tasa de éxito en los procedimientos se ve reflejada en la satisfacción de nuestros pacientes.