Las manchas en la piel son una patología estética muy frecuente en la población en general, tanto en mujeres como en hombres.
Existen variantes de manchas, de características particulares y evidentes a los ojos de un clínico, pero que a simple vista pueden parecer muy similares. En términos generales hay dos grandes grupos de manchas que, aunque se asocian con el paso de los años, pueden aparecer a cualquier edad: melasma y lentigos solares.
El melasma es una alteración en la piel caracterizada por lesiones pigmentadas que aparecen en las zonas expuestas a la luz del sol, como la frente, la zona del bigote, en las mejillas y/o en el mentón, de forma irregular (como un mapa), las cuales varían en diferentes tonos de café e incluso negro-azul.
Es más común en mujeres, en edad fértil, su causa es multifactorial, incluye indudablemente la exposición solar, se puede relacionar con antecedente asociados con el uso de anticonceptivos y aparece y/o empeora durante el embarazo. Suele estar influenciado por alteraciones hormonales, principalmente los estrógenos y es por esta relación que muchas personas hablan de manchas hormonales, aunque cada vez vemos más hombres afectados por esta condición. Últimamente se ha descrito una proporción mayor de las lesiones en pacientes con alteraciones en la tiroides.
Los léntigos solares son lesiones que se distribuyen en zonas foto-expuestas; tienen una relación directa con la exposición tanto crónica como aguda a la luz solar. Se diferencian clínicamente del melasma ya que los lentigos son redondeados y generalmente menores a 5 mm, los lugares en donde con mayor frecuencia se manifiestan son el rostro (mejillas), la espalda y las manos.
Los lentigos solares se producen porque en las capas más superficiales de la piel aumenta el número de células encargadas de producir pigmento (melanocitos); a diferencia del melasma, en el cual no hay aumento en el número de melanocitos, pero sí en la cantidad de pigmento que los mismos producen.
¿Cómo se puede eliminar las manchas?
Actualmente se cuenta con diferentes tipos de terapias que pueden atenuar o disminuir el aspecto de las mismas. Es importante tener en cuenta que no existe en el mercado ningún tratamiento que elimine definitivamente las manchas.
En la Unidad Láser y Piel, contamos con diferentes alternativas de tratamiento, empezando por las opciones tópicas, con las cuales se inician los esquemas de tratamiento, y se basa en fórmulas magistrales que contienen componentes despigmentantes, anti-inflamatorios y pueden producir un cierto peeling en la piel (descamación superficial), medicamentos que deben ser prescritos por un dermatólogo(a).
También contamos con otras tecnologías y procedimientos, como los peelings, las microagujas y tratamientos complementarios de tecnología láser. En la Unidad Láser y Piel tenemos un amplio abanico de equipos laser, desde el Q-switch, Erbium glass, hasta la luz pulsada; combinando diferentes procedimientos conformamos el paquete ideal para cada caso, buscando disminuir el tamaño de las células que contienen la melanina, abriendo microcanales que permitan la penetración de productos despigmentantes, permitiendo disminuir la intensidad de la mancha y la absorción de los productos para dar un aspecto más homogéneo a la piel.
Por último, muy importante recordar que es vital continuar con la prevención frente a la exposición solar y realizar tratamientos de mantenimiento, ya que esta es una patología recurrente.
En conclusión y teniendo en cuenta que el grado de respuesta a cada procedimiento es muy variable entre los pacientes, lo más reconfortante es que en la Unidad Láser y Piel contamos con la tecnología de vanguardia y con los médicos especialistas y experimentados en tratar este tipo de patologías. Miles de pacientes atendidos y satisfechos con los resultados lo confirman día a día. Es tiempo de agendar una cita con la dermatóloga especialista para comenzar cuanto antes a combatir esas desagradables manchas en cualquier área de la cara y el cuerpo.